- Explican el supuesto caso de una reinfección en una doctora: se está investigando pero es difícil de comprobar
Ciudad de México.- Las autoridades sanitarias mexicanas informaron este sábado de que México acumula 63 mil 819 fallecidos y 591 mil 712 contagiados de COVID-19 desde que el coronavirus SARS-CoV-2 llegó al país a finales de febrero pasado.
Los datos reportados suponen un aumento de 673 muertos respecto al día anterior y cinco mil 974 contagios nuevos.
La ocupación hospitalaria media del país es del 35% de las camas ocupadas de tratamiento general y del 31% en las camas con ventilador de respiración asistida para pacientes críticos.
En total, hay 11 mil 260 personas internadas en camas de hospitalización general y tres mil 335 en camas con ventilador.
En conferencia de prensa, el director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Víctor Hugo Borja, informó de que hay una «investigación de probable reinfección» detectada hace dos días.
Se trata de una doctora que presentó síntomas en marzo pero fueron leves y no se hizo la prueba, posteriormente se recuperó y dio negativo a un test y recientemente ha vuelto a enfermar dando positivo en la prueba.
Borja explicó que al no tener una prueba positiva del primer caso es difícil demostrar un caso de reinfección, pero se está investigando.
«No lo podemos descartar como reinfección pero tampoco puede estar confirmado en este momento», explicó el doctor, quien señaló que «es factible que sea una infección crónica», es decir, que el virus nunca llegara a depurarse de su organismo.
Con 1.3 millones de pruebas, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos tests PCR realiza a la población.
Eso ha levantado sospechas sobre la situación real de la enfermedad en el país, que oficialmente es el tercero del mundo con más muertos por la pandemia, superado solo por Estados Unidos y Brasil.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, quien comanda la estrategia contra la pandemia, siempre ha sostenido que es «imposible» contar todos los casos, por lo que ha centrado los esfuerzos en mejorar la infraestructura hospitalaria en lugar de hacer pruebas masivas.